Pocas personas saben que el sistema de extinción de incendios por gas que protege los centros de procesamiento de datos causa graves daños a los servidores. El banco holandés ING descubrió por su cuenta que el ruido generado por el sistema de extinción de incendios por gas era suficiente para dañar los discos duros. Un sonido de unos 130 db es suficiente para generar suficientes vibraciones como para mover los cabezales de los HHD.
El uso de los nuevos dispensadores de extinción no presurizados en la construcción de sistemas automatizados de extinción de incendios aporta enormes ventajas en términos de eficacia y ahorro de costes: menor mantenimiento, instalación más sencilla sin tuberías, ausencia de espacio dedicado al almacenamiento de botellas, dispensadores colocados exclusivamente en la sala que se quiera proteger, menor coste del sistema llave en mano, ausencia de «daños colaterales» en los bienes que se quieran proteger.